A propósito de "España 3.0", de Javier Santiso
Si uno se da una vuelta hoy por una librería medianamente
nutrida, notará que las mentes pensantes del país (o al menos los responsables
de las editoriales y sus autores) llevan un par de años metidos en una especie
de brain storm para cambiar España. Con afán regeneracionista encontramos en
los últimos meses títulos como España/Reset (Joan Subirats y Fernando Vallespín),
La oxidada Transición (José Manuel Roca), Democracia de papel (Bonifacio de la Cuadra)
o Capitalismo a la española (Juan Pedro Velázquez-Gaztelu). A esos habría que
añadir El dilema de España, de Luis Garicano, o Qué hacer con España, de César Molinas, por no hablar de las obras salidas de blogs como Nada es gratis o
Politikon.
En fin, que el país se centrifuga en busca de ideas brillantes
y solventes. Son los tiempos que tocan porque la crisis ha sido de órdago y nos
ha dejado noqueados, y ahora toca encontrar el camino para seguir adelante
evitando caer en los mismos errores. Precisamente, a marcar ese camino se
dedica Javier Santiso en otro libro de título muy indicativo, aunque poco
original: “España 3.0: Necesitamos resetear el país”. Santiso no entran en debates políticos o sociales de manera
explícita, y el reseteo que propone es sobre todo económico y empresarial. El
profesor del Esade, experto en start-ups y emprendimiento y asesor de compañías
como Telefónica, propone cuatro vías para ganar el futuro: educación,
innovación, digitalización e internacionalización.
Santiso lo tiene claro. Ahora que tanto se debate sobre el
recambio de la construcción como motor económico y sobre la necesidad de
reindustrializar España (no sé hasta qué punto es eso posible), él propone dos
modelos a seguir: Israel y Corea del Sur. Dos economías agrarias y
relativamente pobres hace unas décadas, como la española, y que hoy son punta
de lanza en el mundo de la tecnología, cuentan con multinacionales en este
campo que exportan a todo el planeta y que además están garantizando la continuidad
del modelo gracias a una apuesta decidida por la educación y por la inversión
en I+D (¡sólo la firma coreana Samsung gasta tanto en innovación como toda
España, y registra incluso más patentes que nuestro país!).
Pero no todo son malas noticias. Santiso cree que en los
últimos 40 años España ha dado un salto de gigante y que hoy hay modelos a los
que aferrarnos para renovar ese país que creció desbocadamente al calor del
boom del ladrillo, y que todavía es altamente dependiente del sol y playa. Santiso
siente fascinación por la alta cocina española y ve en Ferrán Adriá o Andoni
Luis Aduriz, chef del laureado restaurante Mugaritz, ejemplos claros de esa
apuesta por la excelencia, la innovación, el valor añadido y la internacionalización
que deberán sostener la España 3.0 que propone. También encuentra esos
ingredientes de buen hacer empresarial en las escuelas de negocio de Madrid y
Barcelona, que están entre las mejores del mundo y son focos de atracción de
talento global.
Santiso recomienda dejar de cortejar a los empresarios de los
casinos y, en su lugar, propone crear visados de entrada para emprendedores
extranjeros, ofrecer una fiscalidad atractiva a la inversión y reforzar los
mecanismos de financiación para evitar que una buena idea se quede en el camino
y no acabe convirtiéndose en una empresa de 1.000 millones de dólares de
facturación. Si para Luis Garicano, el modelo era Dinamarca, para Santiso es
California, donde los buenos proyectos levantan rondas de financiación
millonarias y acaban cristalizando. Al fin y al cabo, el buen tiempo y cierta
visión hedonista de la vida ya la tenemos.
No hay línea de texto ni argumento en el libro de Santiso que
no esté aderezado con una estadística. Sin embargo, y a pesar de la avalancha de
datos, este España 3.0 es de ágil lectura. El libro gana con los apuntes
personales y hasta ¡sentimentales! de Santiso, y se disfruta, a pesar del
utopismo digital y de ese aire de volumen de autoayuda que exhibe a ratos –“nos
tenemos que creer que podemos cambiar”, nos dice en algún momento el autor-.
También permite acercarse al mundo de la innovación en España y saber quiénes
están detrás de tantas startups nacionales o impulsadas en el extranjero por
españoles, y que en muchos casos son referentes mundiales en su especialidad.
Se nota que el del emprendimiento es un terreno que conoce como la palma de su
mano Santiso. A este respecto, sólo echo de menos una índice de directivos y
empresas al final del libro, para ir a tiro hecho.
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